Entrada 3


Debido al Domund, muchos misioneros han sacado a la luz sus testimonios en diversos países del mundo


Testimonio 1

José Luis Mesa es un misionero que fue a Kenia a realizar labores humanitarias, como dar clases de español a los más pequeños, o acompañar a las misioneras en sus trayectos. Pese a ser laico, llevaba algunos meses pensando en ir de misión. 



José, que anteriormente había trabajado como militar, finalmente decidió acompañar a las Hermanas Filipenses, y dirigirse a Machakos, una ciudad satélite bastante cerca de Nairobi, la capital del país, y un centro rural, con diversas zonas inmersas en la pobreza. 




Entre las principales funciones de José estaba impartir clases de informática y español a las jóvenes que aspiran a ser monjas. También ha apoyado a las hermanas en su misión, que es la de acoger a niños y mujeres al borde de la exclusión social, y ha visitado los pueblos en los que estas personas viven, para poder aportarles becas para ir a la escuela.


Después de esta experiencia, José ha cambiado su perspectiva de la religión, y ahora es creyente, como demuestra en algunas de sus frases:

 

-"sólo el amor basta y que cuando amas de verdad, con autenticidad, hasta que duela, ya no hay dolor, sólo amor"


-“Vivir esta misión ha superado todas mis expectativas y este tiempo de                                                        gracia me ha hecho ver el rostro de Dios en tantos niños que sufren”



Testimonio 2


Carlo Bruzaferro Monti es un joven mexicano procedente de una familia adinerada de la ciudad de Monterrey, una de las ciudades más ricas de todo México. Sin embargo, un día se propuso participar en una misión. Sin embargo, él no tuvo que viajar, ya que la misión en la que iba a ser voluntario se iba a hacer en su propio país, pero en una ciudad totalmente distinta a donde él vivía, Atotonilco.



Este barrio era uno de los más pobres de Hidalgo. Lo más que impresionó a Carlo fue la diferencia entre Monterrey y Atotonilco, y la pobreza extrema de la gente que vivía en este pueblo. Allí vio cosas que hacía mucho tiempo que no veía.


Carlo reflexionó durante su viaje de la injusticia y la dura realidad del mundo, en el que algunas personas están sentadas en su sofá mientras otras no tienen ni para comer, apenas tienen un techo.


En esta misión, Carlo encontró a Dios, mientras éste despertaba su curiosidad:


- "¡Enseñamos la sabiduría de esta gente! ¿Qué saben ellos? ¿Por qué no tienen nada y son felices? ¿Por qué son tan generosos si no tienen nada? ¿Por qué? ¡Queremos platicar contigo Señor!"


- "Cristo , ¡haz nuestro corazón semejante al tuyo!"



Espero que esta entrada sobre el Domund os haya gustado y os haya parecido interesante.







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